Sobre los maricones del Sernam
Siempre me ha disgustado la palabra maricón. Más que muchas otras malas palabras, maricón me hierve la sangre. Quizás porque en este país se asocia a los homosexuales. Y digo yo, ¿por qué decirle maricón a un homosexual? Si hay tantas otras palabras, harto menos ofensivas, para llamarlos.